Algunos científicos creen que el ser humano es el único animal que ayuda a otras especies de una manera consciente. Una expedición de la BBC a la bahía de Monterey, California, cuyo objetivo era filmar la migración de las ballenas por esa zona del pacífico, se encontró inesperadamente con una escena que nunca había sido recogida hasta ahora.
Cinco orcas (la quinta está bajo una de ellas) en el estrecho de McMurdo (imagen: Donald LeRo / Wikimedia Commons).
El equipo fue avisado por una embarcación cercana de que un grupo de orcas estaba atacando a una cría de ballena gris, separándola de su madre y empujándola hacia el fondo del mar para matarla. En ese momento, aparecieron varias ballenas jorobadas que habían presenciado el ataque y trataron de impedirlo, interponiendo sus cuerpos entre las orcas y la cría ya herida.
Aunque no pudieron hacer nada por ella, las ballenas jorobadas se mantuvieron en la zona, persiguiendo a las orcas y golpeando sus colas contra el mar, en clara actitud agresiva durante más de seis horas, impidiendo así que se pudieran alimentar del cadáver o atacar a la madre, hasta que esta continuó su camino en solitario. Este comportamiento es aún más asombroso si tenemos en cuenta que las orcas no son depredadores habituales de las ballenas jorobadas.
Un grupo de orcas se lanza al ataque de una ballena gris moribunda, pero súbitamente…
